Y todavía te sueño
Visito la salida del sol a diario
rogándole que la claridad
salga a tu encuentro, sin entender
que tú quieras vivir entre tinieblas.
A fuerza de golpes extraños
y sangre en las rodillas,
malgasto saliva en oraciones
que ya nadie escucha……
Hoy te he encontrado
adorando un falso ídolo.
Mientras llega la tarde
con sus últimos rayos
de esperanza,
he despertado y tú me has marcado
con el número de la bestia.
¡Ya ni siquiera observas que estoy levitando!
No importa, ya nada importa, amor
si todavía así puedo llamarte.
Sé que es nuestro último encuentro,
anochece y sólo me dejas
tu desprecio y tu condena,
el tormento de la soledad eterna,
la pesadilla de no amanecer jamás entrelazados.
Ya han pasado demasiados trenes cargados de pasajeros.
Aún hoy……, y todavía te sueño.